Sin advertir cómo, me encuentro en una cita con la mujer perfecta. Pero todo acabó a las 8 de la mañana, y no porque ella se marchara, sino porque a esa hora, todos los días, suena mi despertador.
Microrrelato incluido en Obnubilaciones Transitorias, Editorial Micrópolis, Perú, 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario